4.9.08

MADRID

Después de varios meses en la Ciudad del Viento y cuando circunstancias "salubristas" me han obligado a volver, me he dado cuenta de lo mucho que he extrañado Madrid.

Me encariño con los lugares igual que con las personas. Y del mismo modo que cuando hace tiempo que no veo a alguien estoy deseando hablar con ella, quedar, o simplemente llamarla, cuando paso un tiempo lejos de una ciudad necesito pasear de nuevo por ella, estar allí. Será porque paseo arriba y abajo, por aceras llenas de gente y por lugares desiertos, porque me gusta recorrer cada rincón y a cada uno le asocio una idea, un momento, una compañía. Porque me gusta la ciudad cuando parece que el asfalto no se acaba nunca bajo los pies, y siempre hay algo nuevo que descubrir.

He echado de menos el templo de Debod por la noche, cuando todo está tranquilo y un hombre grita un monólogo inquietante. Mis paseos por la Castellana, que parece que no se acaba nunca. El café de Alcalá, donde me sentaba durante horas y nunca me parecía estar sola. Los sábados en la cafetería del Reina Sofía, un té y una larga conversación. Las terrazas de Lavapiés y las tapas de la Latina. La calle Arenal, con la Ópera al fondo, esperando. Los kilómetros y kilómetros, sola o acompañada, donde la ciudad era el principio pero también la única meta.

Ahora vuelvo otra vez. Empezaba a echar de menos la Ciudad del Viento...

27.8.08

GUERRA Y PAZ

Estaba el otro día apropiándome de un nuevo libro - dos, si hablo con propiedad, - cuando tuve que esperar más de la cuenta en el mostrador de la librería. Inmediatamente me fijé en el libro que compraba la chica de delante, ya lo se, no debería, pero es un vicio inevitable. Como cuando en el metro siempre intentaba saber qué estaba leyendo el de al lado, o el de enfrente, o, o...

El hecho es que estaba comprando Guerra y Paz, lo cual me sorprendió bastante - para bien, por supuesto. - Era una edición nueva, bastante bonita, mejor que la mía que parece original del siglo XIX y pesa un quintal. Llevaba una tira de esas de papel alrededor que cuenta que lo ha leído mucha gente y en la que un crítico desconocido dice cosas como "Un libro exquisito" o "Una novela imprescindible". En este caso, en la tira ponía el precio y el número de ejemplares vendidos. Curioso cuando menos porque, ¿Cómo puede saber alguien cuántos ejemplares ha vendido Guerra y Paz? ¿Desde cuándo los cuentan?

Mientras me preguntaba todas estas tonterías, la chica pagó su libro y pude escuchar lo siguiente:

- ¿Me lo envuelves para regalo?
- Claro. Entonces, si te parece, le quito la tira de papel, porque es donde sale el precio.
- Uy, no no, déjala. Así verá que es un best-seller.

Y yo, ¿Qué hice? Pues aparte de quedarme con cara de tonta, abracé mis nuevas adquisiciones - Kim de Rudyard Kipling y Nada de Carmen Laforet - y les dije que no se preocuparan. Porque aunque nadie los hubiese leído, yo los quería igual.


15.8.08

¡NO EMPUJE SEÑORA!

¿Qué es un hospital?

Un hospital es tan grande como una ciudad. Tiene sus cocinas, su sistema de residuos, sus torres de refrigeración y sus obras - ¡Malditas obras! - Tiene un montón de gente que vive en él, y otros que trabajan allí pero lo consideran como su casa porque han pasado más horas ahí dentro que con su familia. Para eso tiene también dormitorios, duchas, vestuarios y comedores.
En el hospital hay gente que lleva allí desde el principio de los tiempos y se han hecho la ilusión de que el hospital es suyo. Son médicos que exigen y se pasan las normas por la torera y enfermeras maquiavélicas que están dispuestas a defender su feudo con uñas y dientes de ataques inexistentes. Pero también este grupo lo engrosan servicios técnicos que nunca aparecen y fontaneros que cinco días después de que se te haya inundado el despacho todavía no han aparecido.
En resumen: un hospital es algo que se gestiona nadie sabe cómo y se mantiene en pie nadie sabe por qué. Donde en los puestos de más responsabilidad hay gente no lo suficientemente preparada y donde trabajar bien, aunque quieras, es casi imposible.
(¿Se nota que estoy de guardia?)

6.8.08

CIEGOS

Escribía Myrna en una de sus cartas a Ignatius en La Conjura de los Necios - libro fundamental donde los haya - "El incidente me recordó aquella vez en el parque Poe en que la ardilla a la que estaba dando de comer resultó ser en realidad una rata".


¿Y esto que tiene de especial? Pues tal vez nada, pero el hecho es que, cada vez que leo la frase, lo cual ha sucedido unas cuantas veces, no dejo de sentir un escalofrío.


¿¿¿Cuántas veces habremos dado de comer a las ratas pensando que eran ardillas???

4.8.08

LLENO VACÍOS

¿Lleno vacíos o siguen allí? Sí, esto parece una vuelta, un tanto dubitativa e incluso pesimista, tal vez, aunque nada más lejos de la realidad. Simplemente pensando mucho, demasiado, aunque eso tampoco es una novedad. Entonces, ¿Acaso ha cambiado algo?

No. No lo creo.

El otro día encontré de pura casualidad un dibujo en la puerta de un baño en Nimes - una ciudad francesa en la que han reutilizado un templo romano para echar una película en 3D en la que salen toreros a ritmo de Paquito Chocolatero. Sin comentarios. - En él se veía un muñegote colgando del borde de un precipicio. En lo alto del precipicio se veía una pradera con un cartel: "Childhood". En el fondo, gruesos pinchos en los que se clavaba la palabra "Adulthood". Y mientras el muñeco se aferraba con todas sus fuerzas para no caer, explicaba su desgracia de la siguiente manera: "I´m a too old child".

Sí. Yo también soy un "too old child". Y tampoco me apetece caerme, no ahora. Pero me escurro...

12.7.08

...

¿Vuelvo? ¿Me quedo?

¿O sólo me asomo?

Qué terrible incertidumbre...

2.6.07

NO SE QUÉ ES, PERO ME FALTA ALGO

Claro, una que se cabrea. Pero, ¿Qué pasa cuando después de 6 años de carrera y 1 año de oposición, vas a la sala de residentes de Urgencias y te encuentras con una lista que pone R0? ¡¿¿Cómo que R0??! ¡¿¿Dónde fue a parar el 1??! Lista en la que ni siquiera estaba incluída. Entonces, ¿Qué soy yo? ¿R-1? ¿R<0?

Eso sí, si me pagan por ser R<0... Allá ellos.